Son los protagonistas y el fin de todo lo que significa la reproducción de los periquitos. Aunque por norma general todo es muy sencillo y las cosas suelen evolucionar correctamente por sí solas si lo estamos haciendo bien desde el principio, no está de más tener en cuenta ciertos riesgos que pueden surgir. También la correcta manipulación de los pequeños de la casa puede determinar su buena salud física y mental en todo el proceso y hasta que vuelen definitivamente del nido.





Desarrollo de los peques

Son adorables, divertidos, curiosos y confiados. Buscan nuestra mano a modo de nido cuando parece un agujero por el que meterse, si están calentitos se nos duermen encima... Pero deberemos tener en cuenta algunas cosas, y aquí pasamos a explicar las más importantes.

¿Puedo ayudar a un pollito a abrir el cascarón?
Realmente esto es una tarea en la que no deberíamos intervenir, pues si un pollo no es capaz de abrir el huevo es muy probable que sea un pollo débil o enfermo, que morirá tras su nacimiento o unos días después. Si sale adelante, puede acarrear problemas de salud toda su vida. Otro problema con el que nos podemos encontrar es que si el pollo es sano y sólo se está retrasando en su eclosión, al tratar de ayudarlo aunque sea con el máximo cuidado, podemos matarlo. Es un momento delicado el de su nacimiento y deberemos tenerlo en cuenta.

¿Puedo coger a los pollitos
Depende. Generalmente los padres son tolerantes con la manipulación de sus polluelos y no los rechazarán, pero debemos ser cautos, especialmente en los primeros días, pues los pequeños no tienen defensas contra agentes externos y con nuestras manos podemos enfermarlos. Si no es realmente necesario lo ideal es no manipular a los pollos hasta que cumplen al menos una semana o 10 días.

Crecimiento de un polluelo (Bay)

Semana (0 - 7 días)


Semana (7 - 15 días)


Semana (15 - 20 días)


Semana (20 - 28 días)




Nuestros pequeños, al cumplir aproximadamente 25 - 30 días, comienzan a salir para investigar el mundo de fuera, a lo mejor pasan gran parte del día fuera del nido practicando a pelar semillas y curioseando y echando al pico todo lo que encuentran. Seguirán durmiendo en el nido hasta aproximadamente los 35 días de vida.

Esta fase de aprendizaje es importante, por lo que deberemos facilitarles las cosas de la siguiente manera y estar preparados para este tan deseado día en el que comiencen a salir de su caja nido:

Panizo

Son semillas en rama que se venden tal cual en la mayoría de las tiendas. Es muy digestivo y les encanta. Podemos comenzar a ponerles panizo con unos 20 días de vida para que ya desde el nido, además de ejercitar las alas en su interior, curioseen y practiquen a pelar semillas. También será útil para que no pierdan demasiado peso, pues los padres les dan cada vez menos de comer, y es normal que adelgacen, pero aprendiendo a comer y con algo tan rico como el panizo a mano, podemos darles un empujón de energía.

Dentro del nido durará poco, ya cuando inicien sus salidas es buena idea dejarlo colgado cerca de las perchas para que por sí mismos se vayan dando cuenta de que la comida se encuentra fuera y que la pueden hallar ellos mismos. Incluso verán a sus padres picoteando y los imitarán.

2 - Alpiste
A la hora de alimentarse de semillas ofrecidas en recipientes, el alpiste es la semilla más fácil de pelar, les servirá para conseguir la destreza necesaria para pelar con más atino el resto de cereales que vienen con las mixturas habituales (mijos, perilla, avena, trigo, cañamón, negrillo...).

Las semillas deberemos ofrecérselas en recipientes bajos, como platos o tapas de algún recipiente que tengamos en casa. Así les facilitamos el acceso, y las verán desde su perspectiva, que suele ser bastante baja porque al principio se pasan más tiempo correteando por el suelo picoteando todo lo que encuentran. Normalmente en estos casos es el padre el que estará más pendiente de los pequeños, comiendo cerca de ellos y atendiendo a sus gorgojeos exigiendo comida. Cada vez les irá dando menos para obligarlos a que coman por sí mismos.

Otra forma de asegurarse de que alcanzarán algunas semillas sólo por curiosidad, es cubrir el suelo con semillas (sobre todo alpiste), aunque esto sólo será posible si el suelo es plano y no de rejilla.

3 - Fruta y verduras
Es en esta etapa de su vida cuando menos problemas tendrán para probar cosas nuevas, pues todo lo "mordible" acaba en sus picos si lo tienen al alcance. Es buena idea irles poniendo acelgas, espinacas, maíz dulce, manzana, pera, zanahoria y pimiento al alcance para que lo puedan probar, y lo más probable es que les guste y lo devorarán con ansia. Cuando se independicen por completo y ya en la adultez, resultará más fácil que prueben frutas y verduras, asegurándonos así de que su alimentación sea balanceada y completa.

Cuando cumplen unos 35 - 40 días ya duermen fuera del nido y comienzan a ser más independientes, aunque dependiendo del carácter de cada periquito, algunos permanecen mucho más tiempo cerca de los padres mientras estos no los rechacen para que les regurgiten la comida, unos son un poco más lentos o cómodos que otros, no debemos preocuparnos si alguno de los pequeños de la misma nidada no hace lo mismo que sus hermanos a la misma edad.

Cuando ya vemos que nuestros pequeños dan sus primeros revoloteos de una percha a otra, o incluso se quedan estáticos en pleno vuelo, ya saben encontrar los comederos dónde hay comida y saben dónde encontrar agua, podemos darlos por independizados y sacarlos de la jaula de cría (de haber criado de esta manera), y dejarlos en la jaula comunitaria o en la voladera.

Aunque los veamos algo torpes al principio, no debemos poner más perchas de las necesarias, pues deberán ejercitarse y aprender a moverse como los adultos, y masificando el interior de la jaula o voladera estamos retrasando su desarrollo, además de que se hace mucho más incómodo el mantenimiento.

Cabe destacar que a los periquitos jóvenes les fascina su capacidad de vuelo, disfrutan de sus alas como niños con un juguete nuevo, con lo que habremos de permitirles que se esparzan a su gusto y que entrenen sus músculos, ganando fuerza y vigorosidad, salud y bienestar. Con esto también podemos comprender lo terrible que resulta cortarles los vuelos a estas aves cuando recién salen del nido, una práctica cruel y que fortunadamente cada vez escasea más, dónde la única meta es lograr un periquito "manso". No es necesario hacer semejante cosa, los periquitos por sí mismos abrán como darte cariño y cómo demostrarte su confianza especialmente si han nacido en casa sólo con mostrarles el mismo respeto y cariño que deseas que te muestren ellos responderán poco a poco de la misma forma.

IMPORTANTE

En el proceso de independización puede darse la difícil situación en el que uno de los padres, o ambos, rechacen a los pollos que todavía duerman en el nido y comenzar una nueva puesta, llegando a atacarlos incluso. También se puede dar el caso de ataques en el nido antes de que tengan edad siquiera para salir e investigar.



Las anillas son un instrumento que nos sirve para identificar a los pájaros y saber de quién son hijos y controlar así posibles cruces con consanguineidad cuando tenemos muchos animales ya juntos. Además de que cuentan con nuestro número de criador y de perderse o de ser robados, pueden identificarlos como nuestros.

Las anillas traen varios datos (a parte del mencionado número de criador) que serán los que tengamos anotados en nuestra "base de datos" para poder identificar a los individuos cuando no podemos reconocerlos sin más a simple vista: año de cría, número de anilla seriado, nuestro número de criador y las siglas de la asociación a la que pertenecemos. Las anillas para periquitos autralianos son de 4 mm. Las anillas de 4,5 mm se usan para periquitos ingleses, de usarlas para australianos no nos servirían para las exposiciones (estarían fuera de la normativa) y si el periquito es de talla muy pequeña, podría hasta caérsele la anilla o hacerle incluso daño, pues al quedar holgada pueden ocurrir accidentes como que se enganche con algo y pierda la pata en un intento desesperado por liberarse.

El caso es... ¿cómo y cuando anillar? Es importante el cuidado con la manipulación de los pollitos, habremos de ser firmes pero muy suaves cuando los manipulemos y en este caso, ya habrán cumplido al menos 8 días de vida; dependerá de cada nidada que los pollos puedan ser algo más grandes o algo más pequeños y tener que esperar al menos a los 10 días para que la anilla no se caiga con los movimientos del pequeño. No debemos esperar demasiado, si no podemos hacerles daño al tratar de poner las anillas cerradas.

- Cogemos al pollito con cuidado y estiramos la patita suavemente.

- Colocaremos los tres dedos más largos hacia adelante, y dejamos el más pequeño hacia atrás.

- Introduciremos esos 3 dedos más largos en primer lugar a través de la anilla, una vez está colocada en su pie, sujetamos la anilla y tiramos suavemente para que pase el dedito que quedó hacia atrás anteriormente. Debemos hacerlo con cuidado, son blanditos y elásticos, pero si tiramos o forzamos demasiado podríamos provocar una luxación.

- Acomodamos con cuidado la anilla y lo devolvemos a su sitio.


Habremos de tener en cuenta que el pollito se moverá y seguramente no le agrade mucho lo que hacemos, así que deberemos ser pacientes y no ponernos de los nervios si se nos escurren sus deditos, pues cuando comenzamos a alterarnos es cuando podemos hacerle daño y es precisamente esto lo que queremos evitar. También la firmeza comentada al principio nos sirve para evitar que se nos caiga el pollo, pero para evitar accidentes recordad hacer todo esto preferiblemente sobre una mesa en la que podais apoyaros y no de pie en cualquier sitio.

Vigilaremos las siguientes 48 - 72 horas que la anilla no se caiga de su patita. En raras ocasiones la madre extraña la anilla y puede provocar heridas al pollo al tratar de quitárselo, para evitar esto podemos embadurnar la anilla con los excrementos del nido y la madre la ignorará. A mi particularmente nunca me ha ocurrido, pero las heces sirven incluso para evitar que la anilla se escurra (y es un elemento natural, no un cuerpo extraño más).



Patas de rana

Los pollos aparecen despatarrados sobre el suelo y no son capaces de mantenerse en pie. Esto es consecuencia del peso que ha soportado su cuerpo de la madre, el padre o de los hermanos mayores sobre un suelo plano. Para evitarlo podemos cubrir el suelo del nido con zuro de maíz o semillas, aunque las semillas, cuando son muy jóvenes, las heces son muy blandas y pueden dar problemas de hongos si no se cambian de un día para otro, en cambio el zuro de maíz es absorvente y da un suelo irregular en el que el pollo puede hundirse sin despatarrarse y absorverá la humedad de las heces. En nidos de suelo cóncavo también tienen la oportunidad de quedarse en la parte más profunda, y los hermanos mayores o los padres, se mantendrían con el peso repartido en los laterales.

Si tenemos algún caso de patas de rana, habremos de actuar con la mayor rapidez posible, pues llegados a los 10 - 15 días, puede resultar complicado colocar las patas en la posición correcta porque a medida que se desarrollan y ganan un tamaño casi definitivo, las articulaciones pierden elasticidad y se calcifican los huesos tomando la forma definitiva e invariable.



Autor: El_Yayo

Un método es con un disco de esponja. Cortamos el disco de manera que pueda quedarse más o menos bajo el cuerpo del periquito, con dos orificios a modo de antifaz por los que meteremos las patitas del pollo para que recuperen la posición paralela una con otra y perpendicular con el cuerpo. Es probable que la madre, al ver un cuepro extraño, le quite la esponja a su cría, deberemos vigilar y volvérselo a poner las veces que haga falta, de lo contrario, el periquito resultante será inútil para hacer vida normal por no poder ponerse de pie ni usar las patas.



Otro método para juntar las patas es usando dos anillas unidas por un cordel, resulta un oco menos aparatoso a la vista y es probable que la hembra sea algo más tolerante, pues no hay un objeto voluminoso pegado a su pollo.

En una semana pueden haber recuperado la forma, al haber cumplido los 20 - 25 días, es mejor retirarles ya las ataduras para permitirles mayor libertad de movimientos y que se vayan preparando para la independización.



Heces secas en las patas

Es muy común que al defecar, las heces todavía blandas con el movimiento de los pollos, se les vayan quedando enganchadas en las patas. Al rato se van secando y forman bolas duras que cubren las puntas de los dedos envolviendo las uñas. Generalmente habiendo un sustrato absorvente en el piso del nido se evita la aparición de este tipo de durezas, también se evita con las propias heces más secas acumuladas (aunque si hay muchos polluelos se convierte en una situación insostenible por la cantidad de defecaciones que se acumulan). Si finalmente nuestros pollos acaban con bolitas secas en sus uñas, lo mejor es remojar sus patitas en agua hasta que las bolas salgan con facilidad. Habrá gente que prefiera hacerlo en seco, pero un movimiento en falso y la uña de ese dedo se partirá, con todos los problemas que eso conyevaría.



Bruxismo, pico inferior monta al superior

Este defecto puede ser debido a una malformación causada por un déficit alimentario o por alguna predisposición genética. Si se detecta a tiempo, con limar un poco el pico inferior será sificiente, pues una vez se acomode bajo el superior, de forma natural lo irán desgastando ellos mismos. Si no se detecta a tiempo, el veterianrio puede ayudarnos a darnos alguna solución, si no, periódicamente habremos de limarles el pico para que puedan comer, pues los periquitos con este problema no están impedidos, únicamente necesitan de nuestra intervención para que el crecimiento del pico no sea excesivo y puedan continuar comiendo.



Buche endurecido

Puede ocurrir que no pase del todo bien el alimento del buche al estómago, probocando problemas como la deshidratación del alimento y el endurecimiento del mismo, de esta manera cualquier alimento nuevo que pase tenderá a acumularse. También el pollo tendrá problemas a la hora de pedir, pues su buche no se vaciará nunca por completo. En estos casos deberemos darle unas pequeñas tomas de suero fisiológico y masajearemos con mucho cuidado el buche para que poco a poco, se rehidrate el alimento y finalmente pase al tracto digestivo. Habrá de pasar todo el alimento antes de itnentar alimentar al pequeño.



Retraso de crecimiento

En este caso puede haber muchas causas, desde una alimentación poco variada a un problema infeccioso, tanto en el tracto digestivo como en cualquier otro órgano vital, parásitos... Esto se previene con una higiene correcta en el nido y la jaula antes y durante la cría; retirada de alimentos que ya no estén frescos, especialmente frutas y verduras; cambiar las semillas en el caso de que haya cualquier indicio de humedad (esto favorece el crecimiento de los hongos).

Si el problema viene porque sólo hay un padre por la circunstancia que sea sacando adelante la nidada, o vemos que a pesar de tener alimentos variados parece que hay un déficit en el crecimiento, podemos echar una mano nosotros mismos dándoles a mano una papilla enriquecida con vitaminas y calcio. Se les puede además dar algunos baños de sol para que la vitamina D ayude a fijar el calcio en los huesos. Podemos empapillar ofreciendo la pasta con una cuchara o con una jeringa con boquilla de embuchar. Es más accesible para la mayoría de nosotros usar el método de la cucharilla, ofreciendo el alimento a una temperatura templada, e incluso estando calentita la propia cuchara, no tendremos problemas para que el pollo acepte la papilla que le ofrecemos. Cuidado con ofrecerla demasiado caliente, debemos comprobar que no quemaremos la garganta o la boca del pollo. Si observamos una mejoría en el desarrollo podemos dar por encontrado el problema y que la solución ha sido la adecuada. Si no hay mejora, habremos de hacerle una visita al veterinario, es probable que haya un problema que sólo un especialista nos puede ayudar a corregir.

Si observamos que alguno de los pollos pierde vigorosidad a pesar de ser alimentado con la misma frecuencia, y que los padres presentan un comportamiento nervioso ya sea aleteando con fuerza o rascándose, lo más probable es que estemos tratando con parásitos externos, piojos, pulgas... El método que utilizaremos en este caso es la completa desinfección de todos los elementos de la jaula, desechar el nido y cambiarlo por otro, y dependiendo de la naturaleza del parásito, usar spray antipulgas para aves (siguiendo las instrucciones del fabricante), o ivermectina para los del tipo ácaros de la sarna (Knemidokoptes pilae) o para los de los sacos aéreos. La ivermectina es la que tendrá un importante papel en este caso para acabar con alguna fase de crecimiento de estos parásitos, cortando así el ciclo de reproducción y esparcimiento de los ácaros.

Dependiendo de dónde vivamos, podemos conseguir ivermectina bajo numerosos nombres comerciales en tiendas de animales (especialmente autónomos, no en cadenas comerciales), o en la mayoría de lastiendas que surten sus productos on-line. El modo más incómodo y menos económico es a través de veterinarios, pero si no queda otro remedio, ellos prepararán la solución y la venderán si la necesitamos.

Es preferible aplicar la gota de ivermectina diluida en la piel (tras la cabeza, separando un poco con los dedoshasta que veamos la piely ahí la aplicaremos) y no directamente en la boca del animal, no porque pueda parecer tóxico o no tóxico, si no porque hacerles tomar algo a la fuerza puede hacer que se lo respiren y les haremos pasar un mal rato innecesario.



Ataques de los padres

Tanto el padre como la madre pueden atacar a sus pollos por varios motivos: estrés, deseos de comenzar una nueva nidada o por manías.

En el caso del estrés hay varios factores, desde cambios continuos en su ambiente a la falta de algunos alimentos. En el caso de los cambios está nuestra torpeza de mover la jaula de un punto a otro por la razón que sea, debemos mantener la jaula en un lugar estable, sólo moverla por causas de fuerza mayor especialmente en las primeras etapas que comprenden las dos primeras semanas. Tampoco debemos estar metiendo la mano en la jaula de cría de forma innecesaria, únicamente para lo básico, como sería cambios de comida o retirar restos de fruta o verduras.

Mirar constantemente el nido puede ser ora causa importante de estrés, por eso es mejor tener nidos caja con tapa, pues resulta mucho más invasivo si el nido es de tronco. A pesar de ello, no debemos abusar y mirar dentro del nido más de lo necesario.

Cuando se trata de manías la solución es no volver a criar con esos ejemplares, o si nos interesan mucho por lo que nos puedan aportar a su futura descendencia (tamaño o color), podemos usar otra pareja a modo de nodrizas para que saquen adelante los pollos. Si no tenemos modo, la única solución es criar a mano a las crías, para esto, echadle un vistazo a la sección de cría a mano, dónde comentamos con más detalle cómo llevar a cabo la tarea.

En el caso de que los pollos estén prácticamente independizados o notemos que no tienen plumas que algunas partes de su cuerpo, es probale que los padres están deseando comenzar otra nidada y les estén arrancando las plumas o incluso atacando más seriamente haciéndoles incluso heridas en la cabeza. No debemos esperar demasiado a reaccionar si vemos cualqueir síntoma de desplume, pues puede acabar en desastre y perder toda la nidada. Separaremos a la madre de modo que el macho no la vea para que se centre en los pollos y se olvide del sexo y permitir de esta manera que finalice la nidada él mismo. Comprobaremos que los alimenta y si son muchos pollos (quizá 6 ó 7 pollos), podemos ayudarle dándoles alguna toma para restarle algo de trabajo.

Podemos untar con crema hidratante (tipo Nivea) las zonas desplumadas de los pollos cuando son aún muy jóvenes (que no llegan a los 20 - 25 días), para tratar de aliviarles y evitar que con el mal sabor que queda, insistan en desplumarlos y aguanten unos días más hasta que creamos que podemos dejar sólo al macho que continúe con la nidada.

Otro método para posibles casos de desplume a parte de la crema hidratante, es darle otra cosa con sabor salado a los padres, dejándolo en un comedero a parte por si la manía es adquirida por el saborcillo agradable de la sangre. Un trozo de tocino puede paliar este problema un tiempo y permitirles a los pollos crecer lo suficiente como para que ya puedan estar sólos o con el padre.

Impedir o molestar a la madre cuando es ésta la desplumadora en el nido es otra forma de darles más tiempo a los pollos para emplumar, esto se consigue dejando un foco de luz en el interior, ella busca la intimidad de la oscuridad, el instinto le hace seguir alimentando a los pollos, pero al haber luz en el interior del habitáculo, lo ocupará menos tiempo, con lo que no tendrá ocasión de distraerse tranquilamente a comerse los cañones de sus pollos.

Importante indicar que sobre el picaje lo aquí mencionado son paliativos, no soluciones.



La cría a mano

En casos como la fuga de los padres o la muerte de los mismos, podemos vernos en la difícil situación de alimentar a unos pollos huérfanos. No es una tarea fácil de sobrellevar, implica tiempo y esfuerzo. Además de esto, un periquito papillero no se desarrollará como un periquito alimentado por sus padres. Igualmente deberemos tener en cuenta que nunca debemos usar este método por capricho, sólo por inminente necesidad. Otra razón por la que nos vemos en situación es en la ayuda a los padres cuando hay demasiados pollos para alimentar, podemos ofrecerles un ligero alivio con una o dos tomas diarias para saciar a los pollos y darles un pequeño descanso a los padres. Pasamos a describir el modo en el que se alimenta a mano a los pollos de los periquitos.


Puntos a tener en cuenta con el método manual

Dependiendo inicialmente de la edad del pollo hay unos métodos y otros. No es lo mismo alimentar a un polluelo recién salido del cascarón que no es capaz ni de mantenerse en pie, como a otro que ya tiene plumas y le falta poco para "acabarse". Los factores que diferencian un modo de alimentación y otro son desde el propio físico del periquito (tamaño y manejabilidad) hasta el comportamiento más o menos desarrollado del animal (un polluelo recién nacido tiene impulsos primarios, mientras que un polluelo ya con plumas puede haber desarrollado el temor hacia nosotros y se puede negar a aceptarnos para alimentarlo). Hay tres constantes en todas las fases: la temperatura de la papilla, que el buche esté vacío antes de la próxima toma y no guardar restos por abundantes que sean de una toma a otra.

Podemos usar nuestros labios o el dorso de la mano para determinar si quema, igual que si le estuviésemos dando el biberón a un bebé. Si quema no es necesario explicar los daños que pueden producir en el cuerpo, y si está fría (es decir, la notamos más fría que nuestra piel), con escasa temperatura, el polluelo puede rechazarla (no queriendo ingerirla) o le puede provocar problemas digestivos inmediatos, que pueden traducirse en una malnutrición a medio plazo mientras lo estamos empapillando.

Debemos evitar en la medida de lo posible que haya papilla de anteriores tomas en el buche del pollito, pues esa papilla lleva tiempo en proceso de predigestión y si se mezcla con papilla nueva puede provocar una fermentación acelerada de toda la toma provocando burbujas de gases que potencian la fermentación y descomposisión del alimento en el buche, relentizando la asimilación y provocando focos infecciosos que pueden acabar bastante mal. Y la pregunta es... ¿Porqué los padres alimentan a sus pollos tengan o no alimento en el buche? A lo que yo os respondo... ¿Sois periquitos que habeis tragado las semillas para regurgitárselas a vuestros pollos? No. No empaquetais el alimento en bacterias y flora digestiva, si no que alimentais de la forma lo más aséptica posible al huérfano porque lo que podáis conseguir transmitirle no será del beneficioso buche de sus padres.

Si al hacer la papilla vemos que nos sobra mucha, no debemos guardarla, pues su composición natural permite una rápida proliferación de microorganismos que pueden llegar a descompensar el sistema digestivo del pollito, provocando infecciones gástricas, diarreas y, en consecuencia, una enfermedad potencialmente mortífera que podemos evitar con sólo ser higiénicos en este punto. Para la próxima toma, tendremos más cuidado y haremos en menor cantidad.



Con las comisuras de tus dedos

Cuando el pollo es apenas un recién nacido y no se tiene en pié, el sistema requiere mancharse las manos con unas gotas de papilla muy líquida. Dejando al polluelo de costado, diluimos un poco de polvo de papilla en agua, que quede como si fuese "leche", no una "natilla". Con la jeringuilla ponemos unas gotas que formen un pequeño charco entre dos de nuestros dedos, y colocamos al polluelo en la palma de la mano recostado. Con el calor de nuestra mano el charquito se mantendrá a una agradable temperatuta, y al acerca la cabeza del pollito y tocar con su pico el líquido, lo beberá por su cuenta. La importancia de que sea en pequeña cantidad radica en este momento, pues los polluelos recientes son MUY PEQUEÑOS y sin querer podemos llegar a ahogarlos porque se les cubre el pico y la nariz. Repetiremos este proceso las veces que haga falta hasta que su pequeño buche parezca una perla o no quiera tomar más.

La foto que encabeza este párrafo forma parte de un artículo de Salvador Riambau: ¿Cómo empapillar a un recién nacido? Artículo completo.



El sistema de la cuchara.

El caso de la cuchara es más accesible para casi cualquier pollo que ya se tenga en pié por sí mismo. pues el método de la aguja de embuchar no sirve para pollos muy pequeños (a partir de los 15 - 20 días dependiendo del desarrollo), y no todos tenemos modo o posibilidad de conseguir este accesorio, que no es más que una aguja de acero de calibre ancho terminada en una punta redonda para poder introducirla en el esófago del pollo con un movimiento de izquierda a derecha para evitar introducir la aguja por la tráquea. Es un sistema de alimentación forzada, y al pollo no le va a gustar. Las únicas ventajas que tiene son la higiene y que asegura que el pollo tendrá el buche bien lleno (a pesar de ser práctico, es muy frío, y su uso dependerá siempre de las posibilidades de cada uno y sus circunstancias).

  • Preparamos la papilla a una temperatura adecuada, con una medida de la papilla en polvo en un vaso. Añadiremos el agua necesaria que nos indiquen las instrucciones según la marca y la edad del pollo.
  • Si añadimos el agua ya hervida y caliente será más fácil deshacer los grumos y diluir el polvo por completo hasta conseguir una mezcla homogénea.
  • Dejamos enfriar removiendo hasta que se quede a unos 36º. De estar más caliente podríamos quemar al periquito.
  • Con una cucharilla (como las del café), acercamos al pequeño la papilla colocándola bajosu pico. Al sentirla calentita y al sentir el sabor colándose por las comisuras de su pico, comenzará a comerla por sí mismo. Es difícil que no les guste, el sabor no es desagradable.
  • Mientras pía, el pollo ingerirá a su ritmo la papilla, si vemos que se detiene es probable que sea porque ya se ha enfriado lo que tenemos en la cuchara.
  • Repetimos esta acción hasta que veamos que su buche está lleno, cuidando que la papilla se mantenga a una temperatura constante.

La papilla se puede estropear, así que lo mejor es volver a hacer la mezcla cada vez que toque alimentarle o alimentarlos para evitar darles de comer algo en mal estado, con lo que teniendo esto en cuenta, para no desperdiciar mucho, la cantidad que hagamos es mejor que esté más o menos calculada.

Dependiendo de la edad del pollo, podemos vernos alimentando al pequeño o pequeños cada 4 horas, pero deberemos comprobar que han vaciado su buche con la toma anterior, así comprobaremos que llevan un ciclo de digestión correcto y que por aumentarle constantemente el alimento en el buche tenga problemas de fermentación y endurecimiento del buche.

El otro método es con jeringuilla, pero OJO, no con cualquier jeringuilla, pues corremos el riesgo de que el alimento pase a las vías respiratorias, provocando una asfixia inminente o una infección pulmonar que matará al pollo lentamente. Debemos añadirle una boquilla especial para realizar la tarea. Usaremos una boquilla especial, una aguja de embuchar.



Aguja de empapillar.

En el mercado existen diferentes diámetros, longitudes y curvaturas de agujas de empapillar. Para los periquitos es preferible usar las curvadas y de un tamaño medio.

Este sistema no sirve para periquitos de menos de una semana, los polluelos a los que se pueden alimentar con estas agujas son los que cumplen de 10 días en adelante. Incluso se pueden usar para una alimentación forzada a adultos que por algún motivo se niegan a comer o tienen algún problema que les impide alimentarse con normalidad, siendo la alimentación forzada una baza importante para su recuperación.

No es un sistema agradable para los polluelos aunque es bastante higiénico porque no se llenan de papilla las plumas de la cara; sería la opción para aquellos que no pueden dedicarles el tiempo necesario para alimentarlos lentamente. Hay que tener mucho cuidado a la hora de inyectar la papilla, si nos excedemos, la papilla puede llegar a salir a borbotones por su garganta, pudiendo ahogar al periquito. Para evitar algo semejante, lo mejor es inyectar la papilla en tiempos, para ir controlando el buche y su contenido. Igualmente hay que cuidar la temperatura. Demasiado fría puede provocar un corte de digestión, y demasiado caliente podría quemarlos por dentro.

La introducción de la aguja se hace de nuestra derecha a nuestra izquierda con el periquito mirándonos a nosotros. Se introduce ladeada y con cuidado, sujetando la cabeza del polluelo para que no se sacuda, para que se introduzca por el esófago y no por la tráquea. Podemos notar como la aguja se introduce al tocar el cuello del animalito.




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