Existen dos líneas de color en el mundo de los periquitos. La ancestral y que se encuentra en la naturaleza, es la línea verde, dominante sobre la línea azul, aparecida en cautividad por primera vez en Bélgica en el año 1878. Los periquitos azules presentan pues una anomalía genética que anula la aparición de la psitacina, que es el pigmento amarillo de su plumaje, lo que visualmente convierte el cuerpo en verde (pecho, vientre, muslos y espalda). También existen las mutantes "intermedias", en las que el error de síntesis de psitacina no es completa, y aparecen entonces, los rostrales, que durante unos años en el habla inglesa se los conocía como "green-less", un término bastante acertado.