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Además de lo pragmático y cómodo para nosotros, debemos escoger el material teniendo en cuenta que los periquitos necesitan desgastar sus uñas, su pico y mantenerse ocupados en un ambiente enriquecido (sin pasarse). Son curiosos e inquietos; si algo puede engancharse con el pico, lo engancharán sea o no peligroso, porque pueda desprenderse material tóxico, o que en un mal movimiento les acabe atravesando el pico, o alguna otra parte de su cuerpo. Eso sólo lo podemos preveer nosotros, ellos sólo interactúan con su medio como les dicta su instinto. Así que deberemos ser consecuentes y conscientes de ello.
Comederos con depósitos (tolvas): Son muy prácticos, de distintas capacidades y formas. Dependiendo de nuestras instalaciones nos convienen más unos que otros. Para jaulas normales o medianas este tipo de comedero tolva con depósito es ideal. Aunque tiene sólo algunos inconvenientes que se pueden evitar. El primero es que si la mezcla de semillas tiene panes de colores, acabará atascado y las semillas dejarán de caer en la rendija. Y el segundo su fragilidad a la hora de enganchar o desenganchar los depósitos. Sólo hay que procurar mezclas de semillas adecuadas y manipular con consciencia y no a las prisas o a lo bruto cuando vaciemos los depósitos. En las fotos podeis ver cómo es la bandeja o depósito en la que comen, caen las semillas por su propio peso en un espacio relativamente estrecho, a pesar de mi inicial recelo, decidí probarlos y para periquitos no tienen ningún problema para su acceso, se acostumbran a comer sin problemas y acceden a las semillas con virtuosa facilidad. Algunos comederos de este tipo presentan unas puertas redondas, ese tipo de tolvas no suelen servir ni son adecuadas con los periquitos. Muchos evitan colar la cabeza por agujeros tan estrechos en busca de la comida, y por esa desconfianza natural, si llegan a comer de ellos por fuerza (hambre) pelarán las semillas con la cabeza fuera, con lo que las cascarillas caerán y la funcionalidad de este tipo de comederos se pierde enormemente. Un pequeño inconveniente si colgamos dentro las tolvas y hay perchas encima (especialmente en jaulas tipo torre) acaban cubiertas de heces. El ejercicio diario (o cada poco al menos) es vaciar el depósito. Una alternativa más higiénica y segura para nosotros que la de soplar semillas. Otros modos de ofrecer depósitos es con área de dispensación abierta, y no metida como en los anteriores. Un ejemplo pueden ser las tolvas para gatos o para perros. Para jaulones de gran tamaño son una opción relativamente cómoda. Siempre habrán de situarse de modo que no haya perchas cerca, o construir un tejado que evite la precipitación fecal. Con el dispensador tan amplio, los propios vuelos de los periquitos dispersarán las cascarillas, con lo que no es necesario soplar. Sí puede ocurrir que puedan caer semillas fuera, o que algún periquito guste de escarbar, en ese caso con colocar la tolva sobre una bandeja plástica cualquiera para recoger cada cierto tiempo lo que tiran es más que suficiente. Evidentemente estos son sólo un par de ejemplos, los modelos varían mucho, existen en el mercado diferentes calidades que podrían sernos más adecuados que estos concretamente, pero la idea principal es el pragmatismo. Se pueden fabricar, modificar o inventar. Incluso hay quienes utilizan dispensadores para aves de corral cuando las voladeras son especialmente amplias. Siempre son recomendables bebederos exteriores, pues la tendencia a ensuciar el agua es alta. Aunque beben poco, es recomendable cambiarles el agua a diario, para evitar que por un despiste, hayan defecado en el interior y estemos obligándolos o a pasar sed, o a beber agua contaminada que acabe por provocar una infección intestinal. La boquilla de los bebederos suele estar preparada para colocarla entre barrotes verticales. Es muy fácil enseñar a que los periquitos beban de bebederos de tubo y bola de acero (que se suelen usar con roedores y conejos). Son mucho más higiénicos, y para temporadas de calor, evita que el agua se evapore, o se queden sin agua a causa de algún descuido o porque durante unos días no los podremos atender. Debido al éxito de este sistema, ya existen bebederos "para aves" de estas características. Da igual si son vendidos para una especie u otra, darán exactamente el mismo resultado. Eso sí, hay que evitar los bebederos con pistón, estos funcionan presionando una varilla de acero que da con un resorte. Aunque no es imposible, no hay que convertir la tarea de beber en un esfuerzo (a cualquier animal con dientes le resultará más fácil beber de ahí que a un pájaro). Debemos evitar bebederos abiertos tales como tazas, vasos, platos o tapones reutilizados. En todo caso, ese tipo de objetos deberían usarse como bañeras y retirarlos al cabo de un rato. Son una guarrada si no tienen un tejadito que las proteja de semillas, plumas y heces. |
Los periquitos necesitan gastar las uñas, y unas buenas perchas las mantendrán en una longitud apropiada, pues tener que llegar al extremo de hacerles la pedicura, nos traería más de un doloroso picotazo a nosotros y estrés innecesario para el periquito. Las perchas ideales serán de madera, proporcionan una superficie rugosa y completamente cilíndrica que beneficiará al mantenimiento de las uñas y la buena conservación de los tendones y las articulaciones. Pueden ser compradas o naturales. El problema de las perchas de plástico reside básicamente en que la superficie lisa no desgasta las uñas, y no suelen ser completamente cilíndricos, lo que a la larga provoca problemas en los tendones de las patas, siendo su vez, bastante incómodas por no poder cerrar correctamente los dedos sobre ellas. Si por cualquier motivo no podemos cambiar las perchas plásticas por ramas o palos, al menos procuraremos que sean completamente cerradas y no huecas con forma de U o similares.
Las perchas naturales que escogeremos serán de árboles frutales o de maderas nobles. Evitaremos cualquier tipo de resinosa. Un detalle muy beneficioso para las patas de nuestros peris, son ramas de diferentes diámetros, haciendo así un buen ejercicio con los dedos. Pero evitaremos que todas las perchas sean demasiado estrechas que los dedos se les crucen al cerrar las patas, o demasiado anchas que les mantenga los pies abiertos. Si por el motivo que fuese no podemos tener variaciones en los apoyos, es preferible que el grosor no supere los 1,5 cm de diámetro. Hay unas perchas que podemos aprovechar al mismo tiempo que proporcionamos una golosina a nuestros pájaros. Las barritas de la marca Nido, son unos palitos de un diámetro perfecto para la sujección, y podemos hacer perchas para la jaula, para un parque de juegos, para columpios... Además de que son muy fáciles de lavar, y de enganchar sean como sean los barrotes de la jaula (horizontales o verticales). En las jaulas de cría son muy útiles, precisamente por estas ventajas. |
Otro modelo de percha que personalmente me parece muy bueno, son las perchas de cemento. El nombre de por sí no levanta mucho entusiasmo, pero en realidad son una herramienta extra para mantener las uñas e incluso el pico con buen aspecto. Son de una única pieza de cemento cubierto con un baño de pintura plástica terriblemente difícil de levantar. A mí se me han caído incluso al suelo (cuidado, pesan bastante), y llevan varios años en mis jaulas, lo único que cambia es que en los poros se quedan petrificados restos de heces, que a base de cepillo de dientes, acaban saliendo, pero otros los sustituye. Se colocan en la jaula con rosca y palometa, quedan muy firmemente sujetas y a los periquitos les encantan para echarse la siesta. Son recomendables en especial si alguno de nuestros periquitos muestra algún defecto de sobrecrecimiento en uñas o pico; otra buena excusa sería si no tenemos modo de conseguir o no somos capaces de colocar ramas naturales con diferentes diámetros, y nos vemos obligados a usar perchas comerciales todas iguales (o simplemente nos parecen más estéticas), podemos subsanarlo con las perchas de cemento. No son baratas, pero son "para toda la vida". Existen varios tamaños, para periquitos y agapornis se recomiendan las de tamaño mediano, pero en mi experiencia, con una de tamaño pequeño es suficiente, pues no la colocamos para que se suban encima 4 periquitos en batería. En la foto vemos al detalle la textura de estas perchas, y en la otra foto, los tamaños mediano y pequeño. En la etiqueta del producto indica para qué aves están indicadas, la pequeña muestra la silueta de un canario, y la mediana, la silueta de un periquito. |
Las beñeras son variadas, pueden ser recipientes simples que ponemos en el suelo de la jaula o pueden ser colgantes. Puede ocurrir con las bañeras que se celgan desde fuera que son totalmente transparentes, que los periquitos sientan recelo de utilizarlas. Si le pegamos algo que haga que el suelo se vuelva opaco, es probable que esto cambie y los más atrevidos inicien uan carrera por ver quién se empapa más. A diferencia de lo que podamos pensar, los periquitos no usan el agua como un medio para refrescarse, si no como algo para lavarse. Sabiendo esto, no debería extrañarnos que no se zambullan como locos si estamos pasando un día caluroso. O por el contrario, pueden llegar a bañarse en días especialmente fríos, y hay que tener mucho cuidado con esto, pues si no les da tiempo a secarse pueden acabar muertos por hipotermia pasando la noche empapados. Lo ideal es proporcionar la opción del baño a primeras horas del día, y como muy tarde a medio día, para evitar situaciones así. Les gusta mucho bañarse también en hojas empapadas, ya sea un racimo de pamplina o de perejil, como una gran hoja de lechuga o similar. |
El columpio es sin duda el juguete favorito. Les encanta echarse largas siestas, acicalarse, dar volteretas, aterrizar y dejarse balancear largo rato... Al mismo tiempo, si a más de uno le apetece jugar, se colgarán y harán piruetas juntos compitiendo. Venden muchos modelos de columpios, poco importa el material, tan solo habremos de evitar bordes filosos o puntas afiladas que puedan ser un peligro para su integridad, pues suelen ser un poco brutos en sus juegos y chocan con todo lo que les rodea. Tendremos precaución en eso si preferimos fabricarlo nosotros, pues es un artilugio fácil de armar, y podemos escoger su tamaño adaptándolo a nuestra jaula. Lo ideal es que quepa un periquito de pie, y pueda darse la vuelta girando sobre sí mismo como mínimo. Yo siempre fabrico mis columpios. Me parece una forma divertida de disfrutarlos. A los periquitos les encanta trepar, usan su pico como un miembro más de locomoción, y las escaleras son una fuente de diversión con la que ejercitarse y poner en práctica una de sus actividades favoritas. Podrán subir trepando o saltando, del derecho o del revés, hacer piruetas entre los escalones, bajar a modo de tobogán por los lados... Tanto las escaleras como los columpios pueden estar en la propia jaula o formar parte de un parque de juegos. Hacerlo tú mismo te da, además, la oportunidad de apañarle algún detalle delicioso más, desde cascabeles y cadenitas, hasta cuerdecitas y atillos. Ellos disfrutarán picoteando y explorando los objetos colgantes, tanto por encima de su cabeza, como por debajo. En las fotos vemos 2 ejemplos, ambos columpios son hechos en casa, uno con un pedazo de rama de plátano al que le cuelga una cadenita con un juguete al final (podemos poner cualquier cosa), y en la foto de la derecha, el palo es de una barrita de golosinas Nido, con un cascabel. Son sólo dos ejemplos, podemos echarle un poco de imaginación y divertirnos haciendo estos juguetes. |
Podemos coger ramitas frescas o pajitas de gramíneas, limpiarlas y hacer un atillo con ellas atándolas con cualquier cuerda que no desprenda fibras que los puedan enredar. Lo podemos colgar de un columpio, de una percha, dejarlo en el suelo, colgarlo del techo, en un pared... Ellos no lo dejarán hasta que logren destrozarlo por completo. Podemos ponerle las cosas más o menos difíciles, y cuanto mejor atado esté, más tardará en destrozarlo y más tiempo estará entretenido. También podemos hacer atillos con ramitas secas, no es necesario que sean frecas. Unas ramitas elásticas, fáciles de encontrar y de manipular, son las ramitas de sauce. En la foto vemos a la joven Tormenta usando de columpio un atillo para echarse una siesta. A los pocos minutos se encargó de desbaratarlo por completo. La cuerda que usé en ese juguete no es la más adecuada, es cuerda de sisal, pues se deshace en finos hilos que podrían engancharse y hacer daño a la periquita. El mejor tipo de cuerda destructible para hacer los juguetes es la cuerda de cáñamo. Las fibras son más cortas y más quebradizas, de este modo nos aseguramos de que no se enredan y acaban con un dedo o una pata amputados. |
Además de los atillos antes mencionados, podemos dejar colgando cualquier cosa: una pelota con un cascabel, una campanita, un llavero, unos palitos... Incluso es una forma divertida de proporcionarles fruta. Sólo habrá que evitarse objetos como chapas, abridores de latas, y cosas de este estilo que puedan cortar, pues un periquito tiene muy poca sangre y una herida puede resultar fatal. Cuando combinamos varias cosas, varios juguetes, estamos haciendo parques de juegos. Pueden ser tanto plataformas como un conjunto de cosas que cuelgan. Un modo divertido de hacer colgantes es aprovechar cosas de muebles rotos o juguetes que ya no se usen. Combinándolo todo podemos hacer parques colgantes como el de la foto, hecho con una vara de bambú, tensada con un cordel, lo que le da forma de arco y sirve como columpio. Con el cordel añadí más cosas:
Todo está colgado de una rama y hace las delicias de los periquitos en sus vuelos libres. La cuerda utilizada en este caso es cuerda de cáñamo, que aunque es resistente, cuando se rompe es mucho más quebradiza y esas fibras no resultan un peligro para nuestros peris. Parque de juegos diseñado por Rafael R. Los parques de juegos son plataformas en las que se combinan todos los juguetes conocidos (y por conocer). Hay columas, columpios, escaleras, colgantes, atillos, puentes, bolas, cascabeles, campanitas... Todo lo que se os ocurra. Su finalidad es tener a los periquitos entretenidos en un punto o varios puntos focales de una estancia salvando otros objetos, ya sea de su pico o para evitar que defequen en alguna zona que no controlemos. Se suelen colocar en zonas medias altas, que es dónde les gusta estar, e incluso encima de su propia jaula, que es dónde tienden a quedarse de no encontrar un lugar que les agrade más. Se venden hechos también, y el fondo suele llevar algún lecho absorvente cuando la bandeja tiene profundidad en lugar de ser una tabla limpia, como canutos o zuro de maíz. Incluso arena, tanto arena común como grit. Aunque teniendo en cuenta que es para que reciba las heces y desperdicios de los que picoteen, es preferible usar algo como el zuro o los canutos, más económicos y ligeros que la arena o el grit. Si nos decidimos por un parque casero, es el momento ideal para hacer reciclaje de elementos, quizá restos de otras manualidades, ramas que nos sobraro de otras cosas, y pedazos de cuerdas demasiado cortos para aprovecharse para otras cosas. También juguetes para bebés como los sonajeros, o piezas de juguetes de maderas para niños, son ideales, pues están pintados con materiales libres de plomos y son seguros a la hora de "morderlos". |
Creo que lo mejor, será pensárselo 2 veces antes de mantener sólo a un periquito, sopesar si vale la pena convertirlo en un muñeco para nuestra diversión a pesar de todas las penurias por las que estará pasando, o por el contrario, comprar dos periquitos que serán la delicia de la casa, jugarán con nosotros y nunca estarán solos porque se hacen mutua compañía. A alguas personas que ignoran muchas cosas les parece divertido ver a su periquito cantando o estar todo el tiempo pegado al espejo, o se ríen y disfrutan viéndolo masturbarse contra algún objeto que se ha convertido en su obsesión (generalmente superficies reflejantes). Cualquier objeto con bordes afilados, con pinchos sobresalientes, con fibras resistentes, con perfumes y aceites esenciales o de origen dudoso... Todo aquello que no le darías a un bebé, no se lo des a un periquito. A parte de evitar los espejos y los materiales que son obviamente peligrosos, todo lo demás es cosa nuestra y de nuestra imaginación, podemos fabricarles parques de juegos y pequeños detalles para la jaula que harán las delicias de cualquiera al observarlos ingeniándoselas en su afán de alimentar su infinita curiosidad. Cuerdas, palos, hojas, hierbas, pelotitas... Por separado o combinados pueden ser perfectos juguetes; también se venden cada vez más artículos curiosos y bonitos. |
Periquitos, plumas de colores por Iria Ferrer se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. |