La capacidad de vuelo no deviene únicamente de las plumas, si no de la propia ligereza del cuerpo y de un sistema de refrieración efectivo. Los pulmones y los sacos aéreos ubicados en zonas concretas del cuerpo configuran el sistema respiratorio más eficiente del reino animal. Las ilustraciones son de creación propia, no son una reproducción realista, si no esquemática, de las diferentes partes anatómicas.



Funciones de los órganos señalados (orden alfabético)

Pico: Formación córnea en las aves formada por maxilares superior e inferior que tiene como función principal atrapar o manipular el alimento antes de su deglución.
Pulmón: Órgano encargado de intercambiar el oxígeno por el dióxido de carbono de la sangre en la respiración a través de los alveolos pulmonares.
Sacos aéreos: Prolongaciones de los pulmones encargados de mantener la ligereza corporal y evitar el sobrecalentamiento corporal durante el vuelo.
Siringe: Órgano vocal de las aves.
Tráquea: órgano cartilaginoso y membranoso con forma de tubo del aparato respiratorio que va desde la laringe a los bronquios dando paso al aire inhalado y exalado desde los pulmones.

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